El 2021 representa la materialización de los cambios realizados por la ICF – International Coaching Federation, en cuanto a las competencias básicas del Coaching, en este sentido, vale la pena destacar que el Coaching es una profesión moderna y que para muchos aún es desconocida, por lo que la ICF al actualizar las competencias básicas hará del ejercicio del Coaching una actividad más efectiva.
Entendemos que para las empresas la implementación del Coaching sirve para mejorar tanto a lo interno como a lo externo, y comúnmente es usado como una estrategia para generar un balance trabajo-vida o en cuanto a la formación y/o desarrollo de un colaborador. La importancia de este aspecto es que forma parte de un grupo de factores que determinan la afinidad y el employer branding de la organización. En este orden, la revista Forbes en su artículo “Nuevo estudio revela a los 50 mejores empleadores del mundo” del pasado mes de diciembre, lo certifica como un factor determinante a la hora de escoger el ranking de las mejores empresas empleadoras del mundo.
La ICF pasa de tener once competencias básicas a ocho, con el objetivo de obtener mejores rendimientos con la implementación del Coaching en nuestras vidas u organizaciones, y esas ocho competencias son las siguientes: 1. demuestra práctica ética, 2. encarna una mentalidad de coaching, 3. establece y mantiene acuerdos, 4. cultiva confianza y seguridad, 5. mantiene presencia, 6. escucha activamente, 7. provoca conciencia, 8. facilita el crecimiento de cada cliente.
La International Coaching Federation, dio un plazo que venció a finales de diciembre del año pasado, para la adaptación de los programas educativos y de los servicios prestados por los Coaches activos. Esperando que con la aplicación de estas nuevas competencias se logre una practica apegada al código de ética del coach y además una actitud ética frente al cliente.
Igualmente, se enfoca en fortalecer la escucha activa como aspecto fundamental para la creación de confianza y empatía durante la sesión, y ello pasa desde la escucha básica del lenguaje verbal como por el lenguaje no verbal del cliente. En este punto, mediante las preguntas poderosas y la escucha activa, se pretende generar conciencia en el cliente sobre su influencia en el tema tratado en la sesión.
Y, por último, y por demás valioso, es la capacidad de transformación efectiva que se procura lograr con el uso de estas ocho competencias básicas del Coaching, enfocado en el cliente, su bienestar, participación y responsabilidad en el tema tratado en la sesión.
Con todo esto, esperamos que la profesión del Coaching sea para el 2021 y los venideros una herramienta útil en la que los clientes se apoyen para su crecimiento personal y profesional.
Coach Anderson Tablante
www.andytablante.com